jueves, 15 de junio de 2023

Primera aventura de la bestia - Rojas Márquez Luis Ángel

Hademesferocis vs Aries


En lo más profundo de un antiguo bosque, donde los rayos del sol apenas se filtraban entre los densos árboles, habitaba una criatura temida por todos: la quimera. Una bestia de aspecto aterrador, con la cabeza de león, el cuerpo de cabra y la cola de serpiente, quien habia causado muertes durante toda su existencia; su presencia infundía terror en el corazón de los aldeanos de un pueblo, quienes temían salir de sus hogares por miedo a encontrarse con ella. Sin embargo, en una pequeña aldea cercana, vivía un joven llamado Erik. Desde su nacimiento, había sido bendecido con un don extraordinario: la fuerza de las cabras, otorgada por el Dios de Abraham, para que en un futuro fuese este hombre quién acabara conla bestia.

Erik poseía una resistencia y agilidad sobrehumanas, y era capaz de trepar montañas empinadas y saltar distancias impresionantes. Aunque al principio no entendía su don, pronto se dio cuenta de que estaba destinado a usarlo para proteger a los inocentes y enfrentarse a las fuerzas del mal... o más bien, a una fuerza del mal.

Un día, las noticias de los ataques de la quimera llegaron a oídos de Erik. Con determinación en sus ojos, decidió que era hora de enfrentarse a la criatura y liberar a su aldea del temor que la consumía. Se preparó para la batalla, ajustando su armadura y empuñando su espada. Mientras Erik se adentraba en el bosque, se encontró con el lair de la quimera. La bestia estaba allí, esperando, sus ojos brillaban con un fuego siniestro. Pero Erik no retrocedió. En su corazón ardía el deseo de proteger a su gente y restaurar la paz en su tierra. Escuchó una voz inefable que venía desde algún lado: ¡Que la santidad y fuerza del aries inunde tu cuerpo!


La batalla comenzó, y el choque de fuerzas fue épico. La quimera lanzaba llamas con su boca y la serpiente de su cola se lanzaba con su grande osico abierto mostrando las dos dagas que portaba como colmillos, mientras Erik esquivaba usando saltos que asemejaban al de las cabras usando sus cuatro extremidades y contraatacaba con la destreza de un guerrero experimentado. Su fuerza de cabra le permitía resistir los embates de la bestia y lanzarse sobre ella con una velocidad asombrosa. La lucha se prolongó durante horas, con cada uno de ellos mostrando su valentía y determinación. Pero poco a poco, Erik logró acorralar a la quimera, aprovechando su velocidad y agilidad para esquivar sus ataques y golpear en sus puntos débiles. Con un último esfuerzo, Erik asestó un golpe a la cabeza de la serpiente separandola de la bestia, quedó debilitada y finalemente, con la espada Erik atravesó el pechoy corazón del ser. La quimera cayó derrotada.

El bosque quedó en silencio mientras Erik se levantaba, exhausto pero victorioso. Miró a la quimera caída y sintió una extraña compasión por la criatura. Aunque era un ser malvado, comprendió que la quimera también había sido una víctima de su propia naturaleza. Su corazón se llenó de comprensión y perdón. Desde ese día, Erik se convirtió en un héroe legendario, lo apodaban: Aries, el carnero de Dios. Protegió a su aldea de las amenazas que acechaban y se aseguró de que la paz reinara en su tierra. Siempre recordó la lección que aprendió de la quimera: que incluso en las criaturas más temibles puede haber un destello de humanidad y que la compasión puede ser el arma más poderosa de todas. 



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Cayetano Piedra Humberto

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